Диссертация (1168529), страница 45
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consignada en el diario siguiente.277= Día 27 de junio. Salí de este cantón con dirección a pernoctar en el rancho Balché,distante siete leguas, y después de haber explorado los del tránsito sin haberencontrado novedad alguna, ocupé el referido Balché, sin resistencia; más el posodel rancho se encontraba seco; y aunque la hora era muy avanzada, la necesidadimperiosa de la sed me obligó a posesionarme de Chunhuhub a las oraciones de lanoche. Los pocos bárbaros que lo ocupaban huyeron a nuestra entrada. En el tránsitotres indios que cuidaban una trinchera, dirigieron un tiro sobre la güerilla devanguardia que contestado inmediatamente con cuatro, causó la muerte a uno deaquellos rebeldes. Desde mi salida de este punto hasta mi llegada a Chunhuhub, lalluvia estuvo molestando mi marcha.
= Día 28. Habiendo pasado la noche anterioren la mayor tranquilidad, mandé explorar las inmediaciones y dio por resultado lamuerte de ocho indios y aprehensión de cuatro fusiles y dieciocho personas de ambossexos. Una partida de cien hombre que destiné a Polyuc a proteger la entrada delTeniente Coronel Salazar, regresó dándome parte de haberlo encontrado yaposesionado del pueblo. La lluvia siguió este día con bastante fuerza. = Día 29.Continué mi marcha para Polyuc: se unió la sección del Teniente Coronel Salazar alresto de las fuerzas; y organizadas convenientemente marchamos sobre la laguna deKaná, distante seis leguas, de cuyo punto me posesioné sin más obstáculo que laobstrucción del camino y la excesiva lluvia, pernoctando en ella.
= Día 30.Emprendimos sobre Santa Rosa, y después de una total obstrucción de seis leguaslos indios que ocupaban este rancho, huyeron precipitadamente dejando sietecadáveres, una escopeta, y una cartuchera útil. En el momento hice marchar todoslos cosacos y cincuenta hombres de infantería a los ranchos Huntich y Chanchen, yen la pequeña escaramuza que hubo en ellos, fueron muertos once indios, yaprehendidos dos fusiles y nueve personas.
Pasé la noche en este rancho. = Día 1ºde julio. La necesidad de dar algún descanso a la tropa por una parte, y por otra, lade conseguir la captura de algunas arrobas de pólvora y plomo, que según ladeclaración de un prisionero allí existían, me preciso a permanecer todo en aquellaoperación. Las partidas que destiné a varios puntos, regresaron participándome lamuerte de trece indios y la aprehensión de siete armas, y treintaisiete personas de278ambos sexos. Este mismo día hice marchar una sección de doscientos cincuentahombres al rancho Petcacab, donde pernoctaron, habiéndolo yo verificado en élmismo Santa Rosa. = Día 2. Proseguí mi marcha para Nohbec, y en el ranchoPoluincil aprehendí un indio con su familia compuesta de tres personas y perecieroncuatro.
Nohbec, fue ocupado por las fuerzas de mi mando a las cuatro de la tarde,después de un pequeño encuentro, en que murieron ocho indios y cuatro mujeres;pernoctamos sin más novedad en la noche, que la copiosa lluvia. = Día 3. Cuandome disponía a marchar sobre Limones, Sacxan y Santa Cruz, un norte deshecho melo impidió, obligándome a permanecer todo este día y la noche en el mismo punto.= Día 4. La lluvia continuaba al amanecer, y sin embargo avancé con todas lasfuerzas de mi mando al paraje conocido por el nombre de Crucero, y aunque loocupaban los rebeldes huyeron a nuestra aproximación. Con vista de esto, seguísobre el rancho llamado el Corozal y logré sorprender una partida de indios que loocupaban: nueve de estos fueron muertos en su fuga y uno aprehendido, quedandoen nuestro poder cuatro escopetas útiles y una espada.
= Día 5. Con las precaucionesnecesarias organicé mi marcha sobre la Villa de Bacalar distante 6 leguas delCorozal, donde había pernoctado el día anterior; y cuando me hallaba a una legua dela población, los bárbaros rompieron el fuego sobre mis fuerzas, pero cargando estasvigorosamente y con el denuedo que acostumbraban fueron derrotadoscompletamente, causándonos la sensible pérdida de dos soldados heridos, siendouno de gravedad.
En su fuga vergonzosa dejaron dos muertos y dos armas, habiendoverificado mi entrada en el referido Cuartel de Bacalar a las cuatro de la tarde sinotra novedad. = Días 6–12. Permanecí en Bacalar, no solo para dar descanso a lasfuerzas de mi mando agobiadas por el cansancio y el hambre, sino también por quehabiendo salido la guarnición de aquel cuartel a expedisionar, cubrió la división demi mando la línea y demás puestos durante cinco días. = Día 13.
Como no hubieseencontrado en mi tránsito hasta Bacalar grandes masas de indios que combatir,dispuse mi regreso, que verifiqué este mismo día a las ocho de la mañana,dirigiéndome a las guaridas de los rebeldes en su busca. Varios ranchos ypoblaciones exploré sin fruto alguno. A las cinco de la tarde llegué en el rancho279Palmar, y aprisionado un indio en este punto, declaró que el famoso criminal JoséMaría Vázquez uno de los principales caudillos de la sublevación indígena, sehallaba en un rancho distante una legua de allí nombrado Chanhalal. Conocedor dela importancia de sorprender y aprehender a Vázquez, redoble mi marcha en elmomento, y una hora después el criminal Vázquez y otros vecinos e indios, habíancaído en mi poder.
Examinados, averigüé que Eusebio Mejía, otro caudillo de losindígenas, no menos famoso que Vázquez, había logrado evadir la sorpresa,poniéndose en precipitada fuga. Con esta noticia, y aunque era casi entrada la noche,destaqué güerillas que explorasen, y fueron aprehendidas sesenta y siete personas deambos sexos y distintas edades, sin que él ya relacionado Mejía hubiese caído enpoder de mis fuerzas. Los rebeldes que custodiaban al criminalísimo José MaríaVázquez, abandonaron sus trincheras dejando veintidós escopetas y trece cadáveres,en el momento mismo que los bizarros soldados que tuve la honra de mandar,acometían a ellas con su intrepidez acostumbrada.
En esta población acampé durantela noche. = Día 14. Avancé sobre Colohcheakal, punto ocupado por los bárbaros, yen él pagaron su temeraria osadía diez indígenas que quedaron en el campo muertos,y tres mujeres: siete armas cayeron en nuestro poder en este encuentro. = Día 15.Proseguí mi marcha sobre Pacha y Xpallena, habiendo aprehendido en el primerpunto un indio y en el segundo matado un vecino y aprehendido otro indio.Posesionado del rancho, mandé explorar sus inmediaciones y se logró la captura dedos personas. = Día 16.
A las siete de la mañana emprendí sobre Tzucacab, yXlabyaxche y en Xcuyib aprehendimos siete mujeres y un indio. De este punto aTzucacab recibieron la muerte tres rebeldes y dos mujeres. Aproximadas mis fuerzasal relacionado Xlabyaxche, los sublevados dirigieron un tiro sobre mi sección devanguardia en señal de reunión a sus compañeros. En el momento hice avanzar lasfuerzas con los cosacos: el cabo de caballería permanente José María Medina con elcosaco José Glorí se adelantaron a todos los demás; y al ocupar la plaza del ranchomencionado, encontraron a los bárbaros en número de sesenta armados que sedisponían a salir a nuestro encuentro. Estos dos esforzados soldados, acometieron alos rebeldes con un valor heroico, sorprendiéndolos y poniéndolos en desordenada280fuga.
Siete de estos salvajes perecieron en el campo, recibiendo la muerte de aquellosdos valientes: dos barriles de paradas, treintaicuatro armas útiles, entre fusiles yescopetas, dejaron en la sorpresa sin haber disparado un solo tiro, y dos prisionerosfueron capturados. Situadas las avanzadas mandé explorar los bosques, y dio porresultado esta operación a aprehensión del comandante indígena Laureano Ná, delos capitanes Fernando Peraza, Manuel Sib, y la de once indios, y cincuenta y unpersonas entre mujeres y chiquitos, y seis muertos que abandonaron en su fuga. ElTeniente Don Pedro Pablo Pinto fue el aprehensor de todos estos con excepción delcapitán de los indígenas Peraza.
= Día 17. Al emprender mi marcha sobreChunhuhub la güerilla de vanguardia aprisionó al capitán Pedro Pech, y alposesionarme de este último punto en medio de la lluvia que caía, los bárbaros quelo ocupaban, dispararon algunos tiros sobre mis fuerzas que contestados los hizodesalojar sun atrincheramientos, abandonando cinco muertos.
= Día 18. Aunque lalluvia no había cesado el hambre me obligó a salir con el objeto de pernoctar en estecantón, lo que logré verificar a las diez de la noche, después de haber vencido sieteleguas de camino totalmente obstruido. Concluido el relato de mis operacionesmilitares solo me resta explanarlas, y dar a V.S. el conocimiento debido de cuantasincidencias ocurrieron en la jornada. = De los prisioneros hechos desde mi salida deeste cantón hasta mi entrada en él de Bacalar, remití al S[eñor]r. Comandante militardel puerto de Sisal, en el pailebot N[acional]. de guerra “Sisaleño” quince con susfamilias, habiendo dejado para el servicio del referido Bacalar los restantes.